Ánimo: "La pena y el sufrimiento por la caída de categoría se llevan mal. No es fácil asimilarlo y hay que levantar la cabeza poco a poco, como se pueda. Después de un palo tan grande como el del domingo, hay que mirar al frente ya".
El futuro de la plantilla: "Seguramente va a cambiar totalmente porque hay muchos jugadores que acaban contrato y el entrenador también, además de algunos cedidos que volverán a sus orígenes. Cuando hay una desgracia como ésta, es normal que pueda haber variaciones".
El descenso: "Hay muchos momentos que resultaron dificilísimos de asumir: el final del partido fue durísimo, pero también el regreso y las lágrimas de la afición. Son muchos instantes malos seguidos. Un regreso a Segunda en sólo once meses es un mazazo para la institución y para toda nuestra gente".
La actitud de la afición: "Fue bestial la ovación que nos llevamos y es digna de admirar; en momentos tan malos como un descenso, prácticamente dos horas después, la gente habiéndose gastado el dinero y habiendo sufriendo igualmente, ovacionó a los jugadores y al entrenador; nos hace sentir orgullosos".
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