Atlético de Madrid y Sevilla, disputarán una de las finales de Copa del Rey más atractivas e igualadas de los últimos años. Ambos conjuntos llegan a la instanancia decisiva con el ánimo por las nubes. Colchoneros campeones de la Europa League y sevillistas en la previa de la Champions gracias al golazo salvador de Rodri.
El Camp Nou y su espectacular puesta en escena, albergará el mejor partido que nos podíamos imaginar para cerrar el curso doméstico 2009-2010. Dos buenos equipos, dos grandes aficiones, enorme rivalidad y un título en juego. ¿Qué más podemos pedir?
MUERTOS Y RESUCITADOS
El Sevilla y el Atlético de Madrid tienen en común que esta temporada han vivido momentos críticos y cambios abruptos en el banquillo. Manolo Jiménez venía dando tumbos y con la eliminación de la Champions, fue despedido. La gente del Pizjuán no lo tragaba ya.
Antonio Álvarez se hizo cargo de una de las mejores plantillas de España y resucitó un equipo que parecía destinado a morir en el olvido de una temporada perdida. Pues no, el técnico andaluz, además de apostar por el juego ofensivo, nos ha regalado tres canteranos muy prometedores: Cala, José Carlos y Rodri, todos ellos decisivos y talentosos en momentos puntuales. Un gran Sevilla y de cantera se vislumbra en el horizonte.
En relación con el Atlético de Madrid, las coincidencias son remarcables. Abel Resino, un técnico injustamente tratado por el club y el periodismo, no consiguió rescatar una plantilla que se le volvió en contra, Maxi Rodríguez y José Reyes a la cabeza y, con certeza, alguno más. El equipo vagaba a la deriva y el descenso era una posibilidad que lo tuvo a tres y cuatro puntos hasta que Abel se tuvo que marchar.
Entonces llegó Quique Flores, acomodó las piezas, se fue Maxi y recuperó a Reyes, amigo de Agüero. Todo comenzó a funcionar y el equipo llegó a una posición cómoda en la clasificación. Con dos canteranos sobresalientes -De Gea y Domínguez- la afición se volvió a identificar con los colores de toda la vida. El éxito se plasmó en ser el único en ganarle al Barcelona, llegar a la final de Copa y ganar la Europa League. Una temporada que pintaba horrenda lo ha colocado en posición de ganar cuatro títulos: dos copas y sus respectivas supercopas. ¿Un sueño? Ya lo veremos.
¿Hay favorito para ganar la Copa?
El Sevilla llega al Camp Nou con la moral por las nubes pero con un rendimiento futbolístico que poco tiene que ver con su teórica proyección. El sevillismo ha sufrido demasiado para quedar cuarto en Liga y su actitud ante el Barcelona -era una final-, la penúltima jornada, no fue la esperada. El 2-3 fue un milagro en relación con la goleada que pudo y debió sufrir el conjunto de Antonio Álvarez.
Pero para ello deberán imponerse en el mediocampo y jugar rápido a la contra. El Atleti tendrá a Tiago quien, junto a Assunçao, son un seguro de disciplina táctica y recuperación de balones. A partir de allí, Simao, Forlán y Reyes, articularán un ataque impresionante con Sergio Agüero como paradigma del peligro colchonero.
Y por si fuera poca la calidad que atesora el Atlético de Madrid arriba, el once que pondrá Quique Flores estará descansado y sin otro objetivo en la cabeza que coronarse campeón de Copa del Rey.
El factor campo también puede jugar a favor de los colchoneros. El FC Barcelona en particular y la ciudad en general, son claros aliados del Glorioso y se espera que los neutrales espectadores del estadio, jueguen a favor de los madrileños.
De todas formas, la gran final no tiene candidatos pero sí un ambicioso aspirante: el Atleti ha vuelto a recordar que es un grande y que en esto de los deseos, nadie sueña más fuerte que ellos. El Sevilla, por su parte, más acostumbrado a ganar en los últimos años, puede caer en la falta de estímulo para el esfuerzo definitivo. Todas son conjeturas. La única certeza es que veremos una gran final.
DEBATE: ¿QUIÉN GANARÁ LA FINAL DE COPA?
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